Los Mudras son el lenguaje de signos más antiguo que existe en el mundo, cuyos símbolos encontramos en la práctica del yoga o la meditación. Son un medio de comunicación no verbal de origen ancestral muy empleado en numerosos países de Asia. Se trata de un método para dar mensajes al cuerpo y a la mente.
Las manos en sí son un sistema de reflexología, donde cada parte de ellas, ya sea el dorso, palma o cualquiera de sus dedos, se relaciona con algunos órganos físicos y con las diferentes emociones. Según la combinación entre dichas partes y la correspondiente posición que adopten, las manos se corresponden con un mudra determinado.
Los mudras se pueden realizar con una mano, Asamyutha Mudras, o con las dos manaos, Samyutha Mudras. La mano izquierda representa la Luna y está controlada por el lado derecho del cerebro mientras que el lado izquierdo del cerebro controla la mano derecha, que representa el Sol.
Los mudras se emplean en ejercicios espirituales para alcanzar estados mentales elevados, y en la meditación budista. En la disciplina del Yoga, en diferentes estilos de yoga como el Raja Yoga, Kundalini Yoga o el Hatha Yoga, se utilizan mudras combinados con Asanas (posturas) y Pranayamas (respiraciones), de modo que provocan efectos concretos en el cuerpo físico y mental que fortalecen el espíritu y la conexión con el Universo.
Las danzas clásicas de India y del sudeste asiático se caracterizan porque los gestos se realizan con una o ambas manos, de modo que se muestra la destreza del bailarín.
Sirven para contar historias, de manera que se narran conceptos y emociones como medio artístico de expresión gracias a la danza interpretada con las manos, combinada con música y el lenguaje corporal de los mudras
Los movimientos de estas danzas son de gran belleza y conlleva a un estudio minucioso por quienes lo realizan dado que el contexto de la obra llega a ser a veces un espectáculo teatral.
En la Medicina Oriental, las partes física, emocional, mental y espiritual se interconectan como una totalidad por una energía fluida Chi o Qi (energía vital), la cual circula por nuestro cuerpo.
Se trata de una energía ordenada que se denomina Meridiano en la Medicina Tradicional China y Nadis en la Medicina Ayurveda y el Yoga.
A continuación, os explicamos la simbología en los dedos.
El Pulgar simboliza elemento Fuego (Agni) y conecta con la energía universal y la conciencia, con el “Yo Superior” y nuestra esencia. La energía del tórax llega hasta la mano, que se conecta con el Pulmón en este dedo. Su emoción equilibrada es la claridad de pensamiento y, en desequilibrio, la tristeza y la melancolía.
El Índice, representado por el planeta Júpiter, es el elemento Aire (Vayu), Gyan Mudra. Sobre el plano mental, da poder y control al pensamiento, intuición, sabiduría y equilibra el estado de ánimo. Encontraremos el Meridiano del Colon y, en las emociones, se relaciona en equilibrio con la calma y la pureza y con el apego, avaricia y dominancia en desequilibrio.
El Medio o Corazón es el planeta Saturno y simboliza el elemento Éter (Akasha), relacionado con el firmamento y con nuestra capacidad de actuar con la vida en armonía y sinceridad.
El Anular es el planeta Sol, relacionado con la vitalidad, la alegría, la fuerza y el elemento Tierra (Prithvi) y simboliza las relaciones afectivas, familiares, amorosas.
El Meñique simboliza el elemento Agua (Jala) y se representa por el planeta Mercurio. Está relacionado con el órgano corazón y, en las emociones, con la sinceridad en la comunicación con uno mismo, en la decisión clara, y en la buena salud en general.
Los Mudras se pueden realizar de forma activa o pasiva, asociados a alguna Asana (pose de yoga) en quietud, en una secuencia en movimiento o en meditación. En las clases de Kundalini Yoga, son muy usados y dan aún más energía y poder a la práctica.
Un mudra en pasivo se realiza tocando la punta de la yema del pulgar con la yema de los dedos con los que se quiera hacer el símbolo y, para hacer un mudra de forma activa, se toca la yema del dedo pulgar sobre la uña del dedo elegido.
A continuación, presentamos los símbolos o sellos más comunes que puedes ver y realizar en una clase de yoga de cualquier estilo porque siempre se usa alguno de estos mudras principales.
El Prana Mudra se realiza tocando pulgar con meñique y anular mientras el resto de dedos permanecen estirados.
Se utiliza en Qi Gong o (Chi Kung) como Terapia Medicinal China para expresar los ideogramas de Kanji y Sinogramas en los movimientos de ejercicios energéticos, de modo que el usuario se coloca en actitud de humildad y sumisión ante Dios y los hombres, ante el Universo y la Humanidad.
Entre sus beneficios, fortalece el sistema inmune y la alegría de vivir, favorece la circulación de los fluidos del cuerpo, equilibra emociones y relaja tensiones. Conecta con el Chi, la energía vital.
El Anjali Mudra es el más conocido por ser un referente como símbolo de respeto y reverencia de saludo. En Asia y, en diferentes culturas religiosas, se usa para la oración.
En su raíz sánscrita (anj) significa respeto, honra y bendición. Conecta ambos hemisferios cerebrales y el circuito cardio-respiratorio, calma el sistema nervioso, centra la mente y favorece la conexión con nuestro interior en actitud de reconocimiento y agradecimiento hacia lo divino y hacía los seres humanos.
De ahí, su predisposición para la oración, desde un estado de paz. Se realiza siempre en todas las clases de Yoga asociándose al sonido Namasté, al igual que en diferentes Asanas aportando a la pose una cualidad de presencia, de introspección y conciencia con uno mismo y con el entorno
A la altura del ombligo, se coloca la mano derecha reposando sobre la mano izquierda, uniendo los pulgares formando un cuenco. Con los brazos relajados, en una posición cómoda, se busca la meditación con respiraciones pausadas y profundas.
Es el mudra de la meditación, concentración, del desapego para llegar al vacío, al silencio mental. Observarás que las figuras que representan a Buda en pose de meditación están sentados aplicando este mudra.
Su práctica es elevada y requiere de una preparación previa para llegar a su cualidad de profunda concentración mental. EnYoga, se llega mediante la práctica de Asanas (posturas físicas), con el control de Pranayama (respiraciones) y de Dharana (concentración).
Es de gran importancia este mudra para alcanzar el séptimo peldaño o escalón de las ramas de los Yoga Sutra de Patanjali, texto que todo yogui debe seguir.
Se entrelazan los dedos de ambas manos y los dedos índices quedan estirados.Es un mudra energéticamente fuerte activando el plano mental hacia la disolución de la ignorancia mental, saliendo de la pereza, los obstáculos y las dudas.
Si en una clase de yoga, el profesor lo aplica con objetivos concretos en una secuencia de Asanas en Vinyasa asociado a la energía del movimiento de respiraciones Pranayama, su cualidad aumenta poderosamente.
Disuelve estados mentales negativos, desánimo y pesadumbre a la vez que aporta, en su práctica, claridad, poder, agudeza y fuerza mental.
Ayuda en la Transmutación y liberación de ideas obsesivas, así como en las adicciones, con lo que produce una mejoría de los estados generales de salud por ser un mudra alquímico que diluye y modifica la conciencia a otros planos de realidad de vida y aporta voluntad para el cambio.
Es un mudra muy conocido y practicado en meditación, conocido como “Mudra del Conocimiento” aunque también lo puedes ver escrito como Jnana Mudra.
El dedo índice con su elemento aire se cierra junto al dedo pulgar avivando el fuego elemento que representa. Si realizamos este mudra a diario con los ojos cerrados, sentado en una postura cómoda que mantenga la espalda recta, con una respiración natural y relajada, se expande el conocimiento, la concentración y conecta con la sabiduría ancestral.
Este simple ejercicio calma el sistema nervioso: reduce el estrés, serena la mente, aplaca los pensamientos perturbantes y es una apertura de corazón que ayuda a entrar en estados meditativos espirituales.
Este mudra es un gran cierre y es muy utilizado en el estilo de Yoga Kundalini, como en cualquier ejercicio energético que se realice.
La intención y las afirmaciones que se programen son fundamentales para conseguir objetivos concretos. Con este mudra, se trabaja la energía de Anahata, centro del pecho, Chakra Corazón y Manipura, centro conectado con el sistema digestivo. En su energía, trabaja la aceptación, maduración y transformación de las emociones, Chakra del Plexo Solar.
Para recibir sus beneficios, es necesario practicarlo un mínimo de nueve minutos, tal como nueve resonadores tiene el recorrido del Meridiano del Corazón.
El mudra se realiza con la espalda derecha en postura cómoda y tenemos que colocar la palma de la mano izquierda abierta con el pulgar hacia abajo y la palma de la mano derecha con el pulgar hacia arriba, enganchando ambas manos, quedando cerradas y manteniéndolas a la altura del centro de pecho.
A partir de ahí, hay diferentes ejercicios energéticos según el enfoque de lo que se quiera conseguir.
Poderoso y revitalizador mudra que conecta el elemento Fuego, representado en el dedo pulgar que, al unirlo con el dedo anular, planeta Sol y su elemento Tierra, genera un circuito energético en los canales de la manos que equilibra el sistema digestivo, mejora el metabolismo y la asimilación de nutrientes.
Dado que prithvi en Sánscrito significa tierra, este gesto concentra nuestra capacidad humana con todo lo terrestre, armoniza y enraíza el primer Chakra Muladhara, aporta confianza, alegría, generosidad, estabilidad y seguridad.
Al centrarnos en la energía terrestre y su materia, está indicado para meditar sobre la obtención, en diversos ámbitos, de aspectos vitales y canalizarlos para tener una mejor visión y desarrollo en la economía, el trabajo, el hogar, la familia, las relaciones personales, afectivas y amorosas, ayuda a relacionarnos con el medio externo e integrarnos mejor en él.
El Mudra de la Tierra, al igual que otros gestos con las manos, está representado en el arte en general, en la iconografía cristiana temprana así como en la ortodoxa griega como expresión de sentimientos internos del hombre, emociones o actitudes, así como para conectar con la energía universal o con Dios en la pinturas de Salvator Mundi.
Los mudras son un lenguaje no verbal con diversa utilidad en la comunicación, una simbología reflejada en el arte, pintura y danza de diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad y continúa vigente su utilización en la actualidad.
En la meditación y disciplina del yoga, tiene un uso ancestral por los beneficios energéticos, según los criterios de la Medicina Tradicional China y la Medicina Ayurveda. Ambas se practican en Asia complementada con la medicina occidental.