El Yoga Inclusivo es una metodología que incluye una dinámica de acompañamiento con nuestra presencia física y actitud y que consiste en la realización de secuencias de yoga con objetivos restauradores y terapéuticos.
Abarca todos los aspectos, ya sean físicos, emocionales, espaciales, sensitivos, auditivos, sensoriales, táctiles, con correcciones y ajustes posturales, los cuales se complementan entre sí para lograr una mayor mejora en el practicante de yoga inclusivo.
Atisha Sevilla ha creado este sistema en el que se acerca la disciplina del yoga a todas las personas con diversidad funcional.
Las Asanas (posturas) se organizan en una secuencia de tiempo determinada la cual está diseñada para alinear el cuerpo y fortalecer el sistema nervioso.
Se introducen mantras e instrumentos de Sonoterapia para conseguir que el participante logre una mayor concentración y estimule la memoria y la cognición.
Durante la clase de Yoga Inclusivo, el cuerpo físico se trata con conciencia postural en la columna vertebral, en el abdomen, los pulmones, el pecho, la pelvis, las rodillas, los hombros o el cuello.
Yoga Inclusivo es una metodología que ha creado Atisha Sevilla después de observar las necesidades que planteaban numerosas personas con diversidad funcional que previamente hemos tratado.
Tras un exhaustiva investigación, Atisha Sevilla ayuda con el Yoga Inclusivo a la inserción de personas con trastornos del desarrollo o habilidades cognitivas.
Yoga Inclusivo es una firma nacional registrada que va mucho allá de ofrecer una simple clase de yoga pues se trata de compartir la verdadera disciplina con unión y respeto, donde prevalecen fundamentos como la empatía, la igualdad y la afectividad del grupo.
Yoga Inclusivo mejora la elasticidad y rigidez muscular, la movilidad y autonomía, psicomotricidad, coordinación motórica, el lenguaje y las capacidades de comunicación.
Cada participante aprende a respirar y a saber gestionar su estrés, ansiedad y reconocer emociones que les pueda preocupar, de modo que focalice su mente y el pensamiento en un estado positivo.
Se consigue la integración, el compañerismo y la socialización de la persona, la cual mejora rápidamente sus condiciones de estado de ánimo, depresión, ansiedad, irritabilidad o apatía.
Los beneficios que se obtienen en las clases de yoga inclusivo son muy importantes si hablamos de equilibrio, coordinación motórica, concentración, memoria, comunicación y, sobre todo, de empatía con los compañeros, desde la escucha a la participación en los ejercicios en grupo. Aumenta la seguridad personal, confianza y autoestima, mejoran las capacidades respiratorias y se corrigen malos hábitos posturales, de manera que se adquiere mayor flexibilidad y conciencia en los movimientos.
Con el Yoga Inclusivo, se trabaja el autoconocimiento de las necesidades personales para poder gestionar las emociones que se produzcan en la vida cotidiana.
Las clases de Yoga Inclusivo, los participantes tienen una actitud espiritual y energética y las secuencias de yoga que se realizan son restauradoras en todos los aspectos.
Comenzamos con ejercicios de Asanas (posturas) de flexión y extensión de la columna vertebral, seguidas de Pranayamas (respiraciones).
La música se basa en Mantras (cantos) y ejercicios de expresión corporal durante unos 15 minutos en una rueda de diálogo y escucha (Satsang), relacionada con las vivencias que los participantes han tenido a lo largo de la semana.
Leemos historias y cuentos para aumentar el desarrollo personal y maduración intelectual acerca de la resolución de las vicisitudes de la vida cotidiana, sobre lo que reflexionamos y hacemos meditación.
Ejercitamos la mente y potenciamos la comunicación verbal y no verbal. Se realiza una relajación guiada con la ayuda de la respiración adecuada.
Usamos recursos como sillas, pelotas, cinta, ruedas de yoga para facilitar la práctica. Preparamos una clase llena de valores dinámicos y divertidos, en la que buscamos la autonomía personal y funcional y todo ello lo hacemos siguiendo la tradición y fundamentos del Hatha Yoga.